“Si cumplimos nuestros deseos, se cae la sociedad de consumo” (Zygmunt Bauman)
“Cualquier naturaleza muerta es ipso facto, una vanitas.” (Ernst Gombrich)

Luís Cerveró en Pretty Short War se dedica a matar insectos con miel sobre gominolas. Con formato de spot publicitario, en tiempo, montaje y puesta en escena, presenta bodegones idílicos de la dulzura matando a sus bichos internos.

La presión de los medios de comunicación suprime toda reflexión sobre las acciones más nimias del día. Esta sociedad del bienestar impone un consumismo del que es imposible escapar, convirtiendo en marginados del progreso a aquellos que no pueden elegir. La utopía consumista conlleva una ansiosa búsqueda infructuosa del goce. Un placer artificial que es efímero.

Pretty Short War, como buen bodegón, resulta un festín para la mirada perpetuando, a través de una ilusión, el placer utópico más allá del efímero tiempo. Sin embargo, el vanitas pop se ve truncado por la aparición de seres vivos extraños. Adulterando los clips publicitarios, en este idílico vídeo breve surgen insectos que se desplazan para morder las frutas del artificio glacé. Gracias a la piruleta corazón, y antes de que puedan probar los dulces por entre los que se arrastran, son aniquilados mediante almíbares, chocolates líquidos y mieles. Un divertimento infantil sobre naturalezas muertas de golosinas dosificado por el esteticismo de la publicidad.

La miel también ahoga, lo dulce mata. Este exterminio sistemático de insectos mediante la dulzura, de los intrusos que afloran de entre el afable artificio de la felicidad, recuerda a la “metáfora del jardinero” de Zygmunt Bauman. Bauman confronta las culturas refinadas frente a las toscas, demostrando que las estructuras de poder diseñadas racionalmente (como los totalitarismos del siglo pasado) necesitan eliminar a los otros de su vergel. “En ultima instancia el genocidio sería la máxima concreción de la jardinería social, la depuración de las malezas en función de la concreción de una imagen de lo que el jardín debe ser.”

En Pretty Short War Luis Cerveró construye una permutación perversa de la traducción de “memento mori”, implícito en los bodegones. De memoria de muerte (recuerda que eres mortal) pasa a significar el acto o momento de muerte. Sentido mas próximo al “vanitas vanitatum, omnia vanitas” (vanidad de vanidades, todo es vanidad) que advierte la futilidad de lo mundano porque la muerte puede estar a la vuelta de la esquina.