Programación orientada a objetos. Este título es en sí mismo un juego de palabras sugerente entre un tipo de lenguaje específico de programación informática y su correspondiente interpretación literal: teniendo en cuenta que esos "objetos" somos -como puede apreciarse a lo largo de este vídeo de Hurtado- nosotros mismos, los usuarios de la tecnología, sus clientes, sus anexos vivos. Es, además, el título de esta especie de manual dividido en cuatro secciones y que nos enseña algunas de las relaciones oscuras entre tecnología, identidad y entidad corporativa.
Getting started: el vídeo irrumpe en esta primera parte con una voz en off recitando todas y cada una de las personas del verbo amar. Las imágenes que lo ilustran y la propia voz que las narra han sido extraídas de antiguas películas educacionales de archivo, material casi arqueológico. La pantalla funde a negro y sin más preámbulos aparece ante nosotros el título de la segunda sección: Basics components, features and configurations; tras él se esconde un ensamblaje de anuncios comerciales del año en que se realiza esta producción (1999), encadenados, uno detrás de otro, y todos ellos representativos de los productos informáticos más avanzados de la época e introducidos por rostros asociados a cada una de las marcas allí expuestas; así, pues, aparece ante nuestras pantallas, por ejemplo, Bill Gates diciéndonos que hoy, gracias a los avances tecnológicos, tenemos más oportunidades que nunca antes; la frialdad de estas imágenes corporativas contrasta con la banda sonora de origen latino que el autor ha elegido para, mezclando estas dos estéticas, conseguir acentuar, todavía más, ese efecto perturbador que los propios comerciales, y los comentarios incluidos en ellos, ya de por sí producen.
Una impresora expulsando un papel con el mayor de los cuidados o el inserto de un chip en una computadora como si de una operación a corazón abierto se tratase, nos sitúan en ese terreno biotecnológico que posteriormente, en la sección tercera de este vídeo (cuando aparece ante nuestros ojos Alison, y de una manera obsesiva nos habla de su experiencia paranoico-tecnológica), se acentúa todavía más.
Alison, que, además, es el título de la tercera sección, nos habla de un chip capaz de escanear el alma de todo aquél a quien la C.I.A se lo instala. "Viaja por la sangre hasta tu cabeza y una vez allí es capaz de registrar los impulsos producidos por tu cerebro cuando piensas o imaginas cualquier cosa". Alison vive en las calles de Nueva York, es una de tantas marginadas de este sistema tecno-político por el que circulan nuestras vidas.
El último corte que Xavier Hurtado ha impuesto a esta breve película de 7 minutos, se presenta bajo el intrigante título de otra parte y notas; en él podemos observar un fragmento extraído del canal televisivo Prayer channel, en el que un sacerdote se pregunta: "¿adónde me dirijo?, sé que estoy yendo a alguna parte, sólo necesito saber adónde". La imagen que cierra esta pieza parece contener la respuesta: una tarjeta bancaria Gold Master Card aparece iluminada ante nosotros mientras todo se desvanece a su (¿o nuestro?)alrededor.