Yo soy de la gran Europa
Yo soy de la gran Europa
“Yo soy de la gran Europa” es la primera parte de la trilogía “Las Armas y Los Cuidados”, un trabajo sobre la identidad y la tolerancia desarrollando el concepto de la emigración desde experiencias y lógicas particulares. Textos en cinco idiomas europeos van trazando paralelamente paisajes ambiguos en constante movimiento que toman entidad mediante la enunciación. Partiendo de cuestiones sobre la tierra natal van surgiendo proposiciones que restauran la idea de cultura mediante historias personales dentro de una unidad europea en construcción.
Éste trabajo versa sobre la auto expatriación del pasado para progresar en él. El autor tiene como objetivo mostrarse su propia imagen a través de las palabras, naturalezas, y juegos para encontrarse a si mismo. Un vídeo encaminado a la supresión de las autodefensas aprendidas que se usan en los conflictos íntimos. La seguridad de la cuna truncada por la incertidumbre, los complejos y las oscilaciones personales. Un autorretrato de dudas desde su no identificación con los otros, paradójicamente el título es la única definición que da como cierta de sí mismo, “Yo soy de la gran Europa”.
En este trabajo toma relevancia la narrativa musical, compuesta junto a Jesús Gestoso, sobre la ambigua y ecléctica visual, que sirve de base para los desplazamientos del texto escrito, eje dramático que detalla ambiguamente las propias emociones sobre su identidad en un país extraño. No hay voces, ni letanías recitadas, la humanidad en el sonido sólo se halla en leves suspiros y gemidos. Como el mismo autor explica, «la estructura se fundamenta en primer lugar en una visión del "intentar"; del querer decir algo; recomenzar; tomar aliento para decirlo; frenarse en el ultimo momento; recomenzar; tener miedo de ser demasiado pretencioso. Ser pretencioso y hablar al fin (con todo el miedo de una confesión).» Una epístola de iluminaciones en un montaje con efectos sencillos a dos velocidades, entre las ideas de inadaptación, miedo, diferencia, indecisión y la carencia de alcanzar un conocimiento ambivalente, en consonancia con el movimiento natural.
Relacionando imágenes de la naturaleza y la infancia, Francisco Ruiz de Infante explora las coincidencias hasta generar un flujo visual y sonoro sobre el que se inscriben textos. Estas reflexiones introspectivas desde la obligación personal de exiliarse del lugar de nacimiento, son deliberadas como si fuese alguien ajeno. No esta claro si el narrador se identifica con el autor pero los conceptos, palabras y experiencias se combinan entre sí en una red políglota de consejos imprecisos. Son pautas elaboradas, aparentemente, desde un país distinto convirtiéndose en expresiones consecuentes. Donde la utópica comunión de los pueblos es interpelada por la necesidad de sentirse individuo, y sufrir sus propias negaciones. Como en un cuaderno de bitácora, para buscarse, reconstruirse o deconstruir su memoria en su autodefinición que, en definitiva, es la verdadera finalidad de todo éxodo.