A partir de sus propios poemas Antón R. Reixa  desguaza la cultura cribándola mediante el idioma galego. Ofuscado viaje entre los residuos en una investigación performativa sobre la tecnología desde la filología y la música.

«Llegué al vídeo con la primaria idea de ilustrar algunos poemas.»

Una procesión de grandes lienzos avanza, guiada por una ambulancia, por la autopista. Mientras que Antón R. Reixa, entre orador y arenguista con boina y mono de trabajo decorado, exhorta en un desguace sus poemas. A su vez se intercalan distintas secuencias performativas con el autor y Os Resentidos como protagonistas: duchado con miel; discursos fervorosos con megáfono, «¡Todo por la llave inglesa!»; una corta historia de atracción y escatología de una pareja en un bar de moda (y sus urinarios): «isto e un poema de amor» con frialdad postmoderna; un espectáculo en la calle sobre cómo se fuma un cigarro observado por las gentes de la ciudad y los fariseos de alguna película; una oda irradiante, «radiación residual… TRIS TRAS… choivas radioactivas…»; declamaciones de Reixa entre una carretera y un teatro vacío, con un tribunal muerto. Los distintos poemas se engarzan con momentos musicales. La procesión continua y son Os Resentidos son quienes trasladan los cuadros de Menchu Lamas y Antón Patiño. Cuando se establecen en un basurero el vídeo performativo, como relación de poemas en imágenes, se transforma en videoclip de Os Resentidos en el vertedero. En paralelo el mismo Reixa entra en un sarcófago de rayos uva, bailes regionales y el tema «Abdul» (vente pa Europa) cerrando el vídeo.

«Salvamento e socorrismo» en su momento fue considerado por la crítica como «la mejor ilustración de textos en vídeo que se ha realizado en España… distinto (y contemporáneo) al de las adaptaciones literarias del cine» y conmocionó el modelo impuesto por la MTV a la hora de realizar videoclips en este país. Tampoco el grupo, Os Resentidos, hacía un pop convencional. Su vocalista, Antón R. Reixa, profesor en aquellos tiempo de filología gallega y poeta premiado combinó distintos elementos del arte del momento en este cóctel radiactivo. Como gran showman del vídeo Antón R. Reixa  recita su poesía ante un constante grito de «ZAS», una especie de golpe de látigo, que va marcando el ritmo y sus pausas. Un punto de unión entre frases que le sirve para resolver los entuertos estéticos entre el desguace de la cultura y las ruinas del futurismo aderezado por un dadaismo punk y salpimentado por sus lógicas alteradas, las repeticiones y los ecos que responden. Este vídeo es una de las insignias crítcas con la postmodernidad esteticista del momento, huyendo de las convencionalidades glam del país hacia el túrmix del arte.

«Os silencios dos cemiterios ZAS…»