Filmación en celuloide de imagen vídeo (tomando las imágenes de un monitor) montada sobre película. Las latencias causadas por el cambio de formato y sus desenfoques activan mecanismos de encuentros y ocultaciones. Viaje a través de diferentes superficies urbanas fragmentadas, desvelando situaciones aparentemente clandestinas, creando interrogantes, tensiones en el suceder visual y sonoro.
 
«Al principio, el gobierno británico comunicó al público que las explosiones eran causadas por tuberías de gas defectuosas». (Cohete V2, Wikipedia)
 
V2, el título, remite inconscientemente al famoso cohete alemán que en la segunda guerra mundial hizo estragos entre la población londinense (Vergeltungswaffe 2 o arma de represalia número 2). Primer misil balístico, cuya falta de precisión no servía para objetivos militares, fue lanzado desde los litorales franceses contra la población inglesa tanto para generar la mayor desolación posible como para derrumbar su moral. Un terror cotidiano cuya base era la aleatoriedad de su impacto.
 
Las imágenes de vídeo en blanco y negro que Eugeni Bonet retoma (transferidas a película super-8 porque en su momento no le era posible editarlas en vídeo) participan conceptualmente de esa aleatoriedad del impacto. Son microencuentros con la ciudad, sus superficies, objetos, no lugares y habitantes anónimos donde el desenfoque, tanto óptico como de movimiento, sirve como pauta sintáctica o artefacto de fragmentación. 
 
El espectador es arrebatado por una sensación de inseguridad, temor a la pérdida del control, dificultades para pensar o concentrarse, al verse trasladado por la imagen de un lugar a otro sin una finalidad determinada. Las palpitaciones visuales, la intranquilidad motora, el temblor, los ruidos (incrementados por un sonido ambiente en constante reverberación) logran paralizar al espectador. Atraído por su participación como mirón, a través de la abstracción de fragmentos de vida, ciudad y superficies encontradas, experimenta una situación de ansiedad visual ante aquello que se le escapa, que no puede asimilar: signos sin sujeto, sin formas definidas, que le obligan a depurar su percepción referencial hasta la completa divagación de la mente, pues todo lo que es concreto puede haber sido abstracto en algún momento.