Mi hermana y yo
Mi hermana y yo
Por primera vez Virginia García del Pino bucea en la experiencia familiar para volver, desde una posición mucho más personal e íntima, sobre algunas de las cuerdas dramáticas que ya había pulsado en su obra anterior. En esta ocasión se trata de trazar en la pantalla sentimientos y estados de ánimo sin excusa narrativa.
Relaciones descarnadas en un doble sentido: por que surgen sin argumento aparente que las organice y por que formalmente rompe cualquier tipo de continuidad entre la banda de sonido y la imagen que pueda servir de asidero para el espectador. Pieza oscura, como sus planos finales, que nos devuelve al siempre complejo y muchas veces tormentoso universo familiar, en un viaje interno que cada espectador debe realizar con sus propios fantasmas. Esos con los que es imposible pactar una tregua duradera.